
19 Jul Esquivar elefantes para ir a la escuela | Kenya
Paul tiene 11 años, vive en el pequeño poblado de Chumvi, en Kenia, y camina cada día más de 2 horas para llegar a la escuela.
Se levanta muy temprano, casi cuando no ha salido el sol, para lavarse la cara y las manos con el agua que queda del día anterior en el bidón amarillo.
Se pone su uniforme rojo y empieza a caminar solo mientras sale el sol.
Paul tiene 5 hermanos. Los dos mayores nunca fueron al colegio, los pequeños son demasiado pequeños para caminar solos hasta tan lejos, por lo que aun tendrán que esperar.
Veronica, su madre, tiene una pequeña tienda donde vende lo poco que los habitantes de Chumvi pueden comprar.
Ella quiere prosperar y por eso hace años que empezó a hacer pequeñas inversiones en animales (cabras) o en alimentos como judías o maíz, para poder venderlo y mantener a su familia.
Es una emprendedora perdida en un desierto.
Para Paul el colegio es muy importante.
Desde muy pequeño sabía que quería ir a aprender costase lo que costase, y es por eso que aunque pase miedo cada mañana durante el camino porque tiene que esquivar a los elefantes, no deja de hacerlo.
Y es que para Paul, la visión del elefante poco tiene que ver con la que tenemos muchos de nosotros/as, que lo vemos como un animal precioso, tranquilo y relajado.
Para la gente de Chumvi los elefantes son un símbolo de peligro, y Paul sabe muy bien lo que debe hacer para evitarlos.
Cuando te cruzas con un elefante, lo primero que debes hacer es poco ruido para evitar que sepa que estás ahí y se sienta amenazado, sobre todo si hay una cría en el grupo.
Si el elefante te ve, lo más probable es que corra hacía ti. ¿Sabías que los elefantes pueden alcanzar los 40km/hora cuando corren o dar la vuelta a un coche con la fuerza de su trompa?
Lo más curioso de todo, es que el elefante tras matar al humano, lo entierra con ramas de árbol, arena y excrementos y empieza a realizar una especie de ritual que puede durar varios días, en los que se queda alrededor haciendo sonidos.
Aquí todo el mundo lo sabe y Paul va, todo el camino hasta llegar a la escuela, muy concentrado.
Día tras día.
Sin tener más opciones que esa, porque cuando quieres algo con tanta fuerza, cuando sabes valorar las opciones que tienes, no dejas desaprovechar ninguna y como Paul, «esquivas elefantes para conseguirlo».
A veces tenemos las cosas tan fáciles, tan alcanzables, que dejamos de esforzarnos en lograr lo que queremos por miedo, y cuando conoces a personas como Paul, o como su madre, te das cuenta de que todo está dentro de ti.
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