Nota mental para cuando todo pase | La Pandemia llegó
14597
post-template-default,single,single-post,postid-14597,single-format-standard,bridge-core-1.0.6,edgt-core-1.2,wp-megamenu,et_monarch,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,footer_responsive_adv,qode-content-sidebar-responsive,qode-theme-ver-18.2,qode-theme-bridge,qode_header_in_grid,wpb-js-composer js-comp-ver-6.0.5,vc_responsive
para-cuando-todo-pase-tras-pandemia-coronavirus

Nota mental para cuando todo pase | La Pandemia llegó

Siempre he pensado que el mundo estaba un poco loco, bueno en realidad no el mundo, si no las personas que lo habitamos, pero tuvo que llegar ella, la PANDEMIA, y dejarme con los ojos como platos.

Un bichito diminuto llega y hace que todo un planeta se pare. Una ironía tan grande que debe tener un sentido muy claro, otra cosa es el sentido que cada uno le quiera dar.

Mucha gente empezó a pensar que era normal que pasase, que este ritmo que llevamos por algún lado tenía que reventar. Otros decían cosas cómo “este virus nos está enseñando a valorar las cosas importantes” y otros simplemente se quedaron en “esto es todo una mentira que se inventan los gobiernos para tenernos controlados” y no le han dado más importancia a lo que está sucediendo “la gripe mata a más personas, menuda tontería”.

No voy a posicionarme en nada de esto ni a dar mi opinión… seguramente cada uno tenga su razón en las cosas que piensa, pero sí quiero compartir lo que a mí este virus me ha enseñado.

 

Y es que cuando me paro a mirar alrededor, a mí misma en muchas ocasiones, me doy cuenta de que estamos creando una sociedad débil donde muchas veces no sabemos cómo enfrentarnos a los grandes problemas porque estamos demasiado acostumbrados a tener todo al alcance de la mano.

Y no solo eso, casi por inercia, tendemos a poner la responsabilidad en otros antes que en nosotros mismos… como si pudiésemos controlar alguna cosa más allá de nosotros mismos y nuestras acciones…

 

Pero el verdadero aprendizaje que me ha traído esta pandemia ha sido el hecho de ver cómo muchas personas a mi alrededor han pasado sus meses de confinamiento pensando en el valor infinito de las cosas pequeñas que les rodeaban, y cómo la vuelta a la rutina, a nuestra vida loca, ha hecho que eso solo se quede en un recuerdo.

A veces pasa, algo malo nos sucede y parece que vemos algunas cosas muy claras, pero después volvemos a nuestras vidas y eso simplemente se evapora, dejamos de escucharlo porque estamos demasiado ocupados.

El mundo es el que es porque lo hacemos como es, cada acción, por pequeña que sea, (tan pequeña como un virus con la capacidad de parar el mundo) puede hacer que algo cambie a mejor o a peor.

 

NOTA MENTAL PARA CUANDO TODO ESTO ACABE:

“no sirve de nada ver la luz en los momentos de tormenta y olvidarnos de lo aprendido en los días de sol”

 

reflexiones

1 Comentario
  • Gladys
    Publicado a las 01:47h, 21 febrero Responder

    Creo que has tocado puntos claves. Una cosa que he ganado en este, casi año, es una apreciación al día a día. En vez de esperar que llegue el verano para disfrutar mi tiempo libre, ahora tiempo libre es el que me sobra. Al principio no sabía ni que hacer. Después de haber hecho mucho pero también dejar de pensar que tengo que perfeccionar todos mis pasatiempos creo que me siento satisfecha de disfrutar mi tiempo y tener un balance para conectarme con mis seres queridos y amigos, con mi trabajo, con mis deberes domésticos y con el hecho que termino el día casi siempre satisfecha que hice lo suficiente.

Enviar un comentario

Pin It on Pinterest